Tabla de Contenido
- Introducción: Bendecir a nuestros vecinos
- La comida en el ministerio de Jesús
- Mateo comiendo con Jesús
- Lo que aprendemos de Jesús y los fariseos
- Cómo ponerlo en práctica esta semana
1. Introducción: Bendecir a Nuestros Vecinos
En las últimas semanas hemos aprendido que:
- Todos quieren un amigo (y Jesús fue reconocido como amigo de pecadores).
- Dios nos bendice para que seamos bendición.
- Debemos orar por personas específicas en nuestro vecindario o trabajo.
- Jesús nos enseña a prestar atención al corazón de los demás.
Hoy quiero hablar de una estrategia muy especial… y muy sabrosa: ¡Comer con alguien!
Si eres como yo, esta podría convertirse en tu parte favorita de la serie.
2. La Comida en el Ministerio de Jesús
Gran parte del ministerio de Jesús giraba en torno a una mesa:
- Su primer milagro fue en una boda en Caná, convirtiendo agua en vino (Juan 2:1–11).
- Alimentó a 5,000 personas con solo 5 panes y 2 peces (Mateo 14:13–21).
- La noche antes de su crucifixión, celebró una cena muy especial con sus discípulos (Lucas 22:14–20).
- Después de resucitar, preparó un desayuno en la playa (Juan 21:9–14).
Reflexión: Piensa en los mejores momentos con tu familia y amigos…
Casi siempre hay comida de por medio: cumpleaños, Navidad, asados, cafecitos.
La mesa une, relaja y abre el corazón.
3. Mateo 9:9–11 Mateo Comiendo con Jesús
Mateo, el cobrador de impuestos, era visto como traidor. Pero cuando Jesús lo llamó, no lo mandó a una clase bíblica… Jesús fue a su casa para compartir una comida con él.
En esa mesa había otros publicanos y pecadores. Los fariseos se escandalizaron y preguntaron:
“¿Por qué come su Maestro con publicanos y pecadores?”
Mateo sintió el rechazo y la vergüenza en esta pregunta más que cualquier otra persona. ¡Porque era personal y se hizo en su casa!
Estaban cuestionando su invitación, atacando a sus amigos, y ensuciando todavía más a su reputación.
4. Mateo 9:12-13 Lo que Aprendemos de Jesús y los Fariseos
- Los fariseos buscaban obedecer la ley, pero se separaban de la gente.
- Jesús buscaba a la gente rota para amarla y acercarla a Dios.
Cuando Jesús quería explicar su muerte, no dio una conferencia… dio una cena.
Su mesa era un lugar de gracia, perdón y bendición.
Nosotros podemos seguir su ejemplo: usar la comida para abrir conversaciones, fortalecer amistades y mostrar el amor de Dios.
5. Cómo Ponerlo en Práctica esta Semana
Aquí tienes tres maneras de comenzar:
- Si no sabes qué decir: Haz preguntas sobre su vida y escucha.
- Si no quieres invitar a tu casa: Invítalos a un café o postre en un lugar cercano.
- Si crees que no tienes tiempo: Recuerda que siempre comes; invita a alguien a unirse.
Isaías 55:1–2 nos recuerda que Dios nos da alimento espiritual.
Pregunta final: ¿Con quién compartirás un cafecito o cena esta semana?